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Echémonos a volar

Seguramente el sueño de cada persona desde que es un niño, es volar, pero qué frustración al saber que solo caemos pues nuestro cuerpo no resiste el peso al elevarnos. Y quién es el enemigo?, la gran llamada gravedad?, pues no! hay algo mucho más importante que eso.

La Naturaleza, la distinción que existe entre los seres vivientes, la aerodinámica y la masa corporal, todos aquellos factores importantes para percibir la realidad de nuestra desilusión, pero no imprescindibles; por ejemplo, las personas pueden realizar movimientos aleatorios y quien sabe, durar algun tiempo en el aire, usando un raciocinio dispuesto por su capacidad cerebral; un animal en cambio no podria usar su raciocinio, pues no le permitirá nisiquiera llegar a una cuadra de distancia. Lo que sucede con éstos últimos, es que estan dotados de un referente solar que les sirve de brújula para los recorridos largos y también de una función biológica basada en un ciclo de 24 hrs, llamada "reloj circadino".

Por otro lado, para volar, tienen como impulsador inicial a sus alas, sean de la forma que sean, tienen que tenerlas para mantenerse en el aire. Éstas son curvadas por encima y planas por debajo, para que al momento de aletear, el aire pase por encima más rápido que por debajo.

También existen lo que son los huesos huecos, los que a diferencia de otros animales (incluyendo humanos), son más ligeros para que les permita volar. Si bien es cierto, existen animales enormes que vuelan - recordemos a los dinosaurios - en la actualidad, y muchos dirán que ésto contradice las reglas de vuelo, pero no, lo que sucede es que ellos también tienen huesos huecos que por su mismo entorno en la naturaleza lo han podido desarrollar en sus cuerpos.

Lamentablemente la vida no ha sido tan justa con todas las aves, puesto que no todas son aptas para volar, sin embargo han sabido adaptarse viviendo en lugares apartados; ejm: los pinguinos.

Para suerte de nosotros, los humanos, volar no es un mito, ni algo imposible de realizar. Es momento de ingeniarselas y admirar la superioridad de todos aquellos animales que por su esplendor y belleza nos deleitan siempre.